La actriz, directora y dramaturga Maruja Bustamante estrena este jueves en la sala María Guerrero del Teatro Nacional Cervantes «Potencia Gutiérrez», un melodrama pop atravesado por las comparsas del Litoral y el rap para hablar de las tensiones entre deseos y patriarcado.
La obra que Bustamante escribió y dirige surgió en una residencia creativa que realizó años atrás en el Royal Court Theatre de Londres para dramaturgos de Latinoamérica y donde la consigna era un texto urgente, contemporáneo y que te toque el corazón.
«En la obra están los temas que me aquejan, los que me dan gracia y los que me dan miedo. La vida de las mujeres, las corrupciones, la fiesta como escape, el amor salga como salga», cuenta Maruja sobre su primera obra en la sala central del Cervantes en charla con Télam.
Con importante despliegue actoral, escénico y percusivo, la obra cuenta con un elenco integrado por Miranda de la Serna, Emiliano Figueredo, Bel Gatti, Agustín Rittano, Maite Rodríguez Chietino, Viviana Saccone y Alfredo Staffolani y también un ensamble de acordeón, redoblante, zurdos, repique, fondo, chapas y shekere.
-¿Cuáles son los elementos que te vinculan con el Litoral, que te atrae de esa geografía cultural y física para situar una narración allí?
-Varias de mis obras están inspiradas por el Litoral, creo que porque es el lugar donde puede aparecer de pronto la magia, hay algo, un estado del Litoral entre salvaje y tranquilo que lo hace hondo y que me conmueve desde muy chica. Además yo amo el agua.
-¿Cómo valorás expresiones del arte cultural vinculado a la calle como el carnaval y el rap que ponés en juego en esta obra?
-Valoro mucho las expresiones populares, tal vez después estoy ahí en una comparsa o en un recital y me siento tímida o con temor de no saber responder a mi intuición. Pero me fascina ver personas hiperexpresándose, por decir de algún modo. Yo no soy una artista que viene de una familia con dinero, hubo mucho esfuerzo y aliento de personas alrededor mío para que yo hoy pueda ser una directora que estrena en el Teatro Nacional Cervantes. Desde mi familia que me dio lo más que pudo para que haga mi camino soñado, sobre todo mi madre, hasta Helena Tritek que me becó un montón de años porque vio en mí el entusiasmo y el amor loco que tengo por el teatro. Soy una chica de bajos recursos y mucho deseo con golpes de suerte, como digo a veces. Y en ese sentido le debo mucho a la posibilidad de estudiar en escuelas públicas o ser becada.
-¿Y cómo analizás en tu recorrido esta llegada como dramaturga y directora a la sala María Guerrero?
-El día que me senté en la María Guerrero y me pusieron la mesita de trabajo de directora en platea me emocioné muchísimo, me acordé cuando me sentaba al lado de Urquijo mientras él dirigía o cuando me rateaba para ver una clase magistral en esa misma sala. Me acordaba de todas las horas que me pasé en la biblioteca del teatro y bueno, fue muy conmovedor para mí.
Yo ya llevo 25 años de trabajo en el teatro. Hice de todo, boletera, acomodadora, asistente de escenografía, de producción, de dirección, actriz, directora, dramaturga, performer, espectadora y más. Si mi talento lo merece, lo merece la teatrera exacerbada que soy.
Una vez un colega me dijo: «No sé si me gusta lo que haces pero te respeto porque amas el teatro y lo haces con mucha convicción». A veces los colegas son brutos y pueden lastimarnos pero a la vez fue acertado y sincero lo que dijo, yo llego segura a la María Guerrero, cuando me presenté al concurso mandé un video diciendo que yo ya estaba preparada para la sala grande y dije medio en chiste medio en serio: «María Guerrero o nada»
-¿Cuál es el tratamiento que eligiste para «Potencia Gutiérrez» en términos de puesta y de trabajo con los actores?
-La obra es un melodrama pop grotesco, busqué actuaciones con sangre, con propuesta, enérgicas y personales porque la obra pedía color, brillo, fuerza. También está la música, el ensamble, busqué que el sonido de la percusión atravesará todo. En general me gustan los ambientes horizontales donde se puede proponer y dialogar con buena onda, cuando actúo a mí me gusta que me traten bien entonces intento hacer las cosas como a mí me parecen lo ideal, que haya armonía y alegría en lo posible, sin mandonear nadie a nadie.
-¿Hay una visión de género en la obra, desde dónde, cómo o en qué se trasluce?
– Yo soy una persona comprometida y empática con las otras personas. Mi visión siempre va a tener que ver con mi subjetividad y yo soy una mujer queer gorda que mira el mundo con esos lentes.
«Potencia Guitérrez» es el último estreno 2023 del Cervantes y se podrá ver de jueves a domingos a las 20 entre el 7 y el 17 de diciembre, la coreografía es de Eugenia Roces; la asesoría artística de Jorge Thefs, la asistencia de vestuario de Emiliana De Cristófaro, el diseño de vestuario de Gustavo Alderete, diseño y realización de calzado de Mariana Politi; diseño de iluminación de Verónica Alcoba; diseño de sonido y composición musical de José Ocampo y diseño de escenografía de Cecilia Zuvialde.
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