«Nunca fue un buen ejemplo, pero era buena gente», pidió que escribieran en su epitafio Rita Lee, máxima figura femenina del rock brasileño y representante absoluta de la libertad y el empoderamiento de su género en su país, quien este lunes 8 de mayo, a la noche, murió a los 75 años en su residencia de San Pablo, «rodeada del amor de su familia, como ella lo deseaba», según se informó oficialmente en su cuenta oficial de Instagram.
La artista enfrentaba desde el 2020 un cáncer de pulmón que el año pasado había asegurado que había sido vencido, pero a fines de 2022 debió ser hospitalizada nuevamente por los efectos que había dejado el tratamiento de la enfermedad en su cuerpo.
Sin embargo, Rita Lee había referido a su muerte en su mencionada autobiografía de 2016, con el humor que la caracterizaba -el mismo que la llevó a bautizar «Jair» a su tumor en obvia alusión a lo que opinaba del entonces presidente Bolsonaro-, aun cuando la enfermedad no se le había declarado.
«Cuando muera, puedo imaginar las palabras de cariño de quien me detesta. Algunas radios pasarán mis canciones sin que les tenga que pagar por hacerlo, los colegas dirán que se me extrañará en el mundo de la música; quién sabe, quizá hasta le pongan mi nombre a una calle sin salida», arriesgó entonces.
«Los fans, esos sinceros, empuñarán las portadas de mis discos y corearán ‘Ovelha negra’, las cadenas de televisión ya deben tener preparado un resumen de mi trayectoria para mostrar en sus noticieros y alguna pequeña nota necrológica habrá de salir en ciertas revistas. En las redes virtuales habrá quienes dirán: `Uh, pensé que la vieja ya estaba muerta, jejeje´», añadió.
Y concluyó: «Ningún político se atreverá a asistir a mi funeral, ya que nunca he estado en la tarima de ninguno de ellos y me levantaría del ataúd para abuchearlos. Mientras tanto, estaré de alma presente en el cielo tocando mi arpa y cantándole a Dios: ‘Gracias Señor, finalmente sedada'».
Aunque no podía conocer lo que el destino le deparaba, sin dudas Rita Lee ya debería para entonces saberse una sobreviviente, pero además la responsable de millones de mentes liberadas en épocas represivas y pacatas, tanto a nivel musical como social.
Acaso, el desparpajo y la conexión con la verdadera esencia de las cosas sin fijarse en el embalaje hayan sido las grandes constantes en la vida de una mujer que, desde su faceta más juguetona, inoculó abundantes dosis de libertad en la sociedad brasileña de fines de los `60.
Tan influyente ha sido su figura que hasta Caetano Veloso escribió en su célebre tema «Sampa», la frase «todavía no había para mí Rita Lee», a modo de resumen de lo que era la San Pablo previa a la explosión rockera de Os Mutantes, el trío con el que la genial artista se dio a conocer públicamente.
Una vida por y para la música
Los sonidos psicodélicos en medio de los ritmos típicos tropicales, las letras que hablaban de drogas y de sexo sin prejuicio ganaron protagonismo en la juventud brasileña que veía cómo el clima de época que se vivía en San Francisco y California se trasladaba al gran gigante sudamericano a partir de la irrupción del trío que completaban los hermanos Arnaldo Baptista y Sérgio Dias.
Ya como solista desde principios de los `70, la artista siguió haciendo alarde de la libertad en canciones como «Baila comigo», «Lança perfume», «Mania de você», «Nem luxo, nem lixo», «Ovelha negra», «Erva Venenosa», «Banho de espuma», «Caso sério» y «Jardins da Babilônia», entre tantos.
Rita Lee había nacido el 31 de diciembre de 1947 en San Pablo, en una familia mitad italiana y mitad estadounidense, lo que la convirtió en políglota desde muy chica. Aunque en sus primeros grupos se dedicó a versionar canciones de Los Beatles, la aparición del Tropicalismo y la influencia que tuvieron en ella Caetano Veloso y Gilberto Gil hicieron que pusiera su atención en los ritmos tradicionales brasileños.
Desde Os Mutantes, formada en 1966, la artista combinó los sonidos psicodélicos provenientes del rock mundial de aquellos años con la música popular de su país, creando un estilo que definió y le dio identidad al rock brasileño. Desde allí, no tuvo reparos en describir en sus letras las imágenes provocadas por la drogas lisérgicas o reivindicar el derecho a disfrutar libremente de los cuerpos.
El desparpajo sonoro de Os Mutantes tuvo un límite cuando los hermanos planearon un futuro sonoro más volcado al rock progresivo hacia principios de los `70, lo que alejó a Rita Lee del grupo. Sin embargo, ella iba a continuar en su plan hedonista en su carrera solista, la que mechó con una nueva banda a la que llamó Tutti Frutti, a mediados de los `70, con la que volvió a sacudir la escena del rock local; y con algunos trabajos en colaboración con Gilberto Gil.
Asociada con el guitarrista Roberto de Carvalho, su marido durante muchos años y padre de sus tres hijos, Rita Lee creó todos sus grandes éxitos, los cuales fueron la banda sonora del destape brasileño tras la retirada del último gobierno militar.
Con el correr de los años, la artista se volvió una activa militante por los derechos de los animales y el cuidado del medio ambiente; pero también una sobreviviente al excesivo consumo de drogas lisérgicas y a un grave accidente provocado por ese estado. Fue cuando a mediados de los `90 cayó de su balcón desde 15 metros, al desmayarse luego de mezclar alcohol con pastillas.
En su autobiografía, la artista dijo no sentir la necesidad de «hacerse la Magdalena arrepentida con discursito antidrogas», no mostró culpas por haber vivido en ese estado y remarcó que sus «mejores temas fueron compuestos en estado alterado; pero los peores también».
Sin embargo, sí sintió haber sido protagonista de un milagro por haber superado la caída desde su balcón, que le hicieron pasaron por doce horas de cirugía y tres meses con la boca cosida. El testimonio de ello es que en 1997 publicó un disco titulado «Santa Rita de Sampa», que marcó el reencuentro artístico con su exmarido.
Para entonces ya era en su país toda una celebridad que había trascendido las fronteras de la música, con cuatro libros infantiles editados, actuaciones en novelas y en cine, y la conducción de programas de radio y televisión.
A principios del 2000, Rita Lee tuvo un gran resurgimiento mundial a nivel musical con el lanzamiento del disco «Bossa `n´ Beatles», un disco en el que volvía a su primer amor pero en clave brasileña.
Finalmente, en 2012, había anunciado su retiro definitivo de los escenarios porque sentía que se cuerpo estaba «demasiado frágil», pero genio y figura hasta sus últimos días, Rita Lee siguió exudando libertad y humor en cada intervención pública.
Un paìs la llora
Los restos de la artista serán velados de manera pública este miércoles 10, de 10 a 17, en el Planetario del Parque Ibirapuera, en San Pablo.
Hacia primeras horas de la tarde, ya se habían expresado en redes sociales su cófrade Gilberto Gil, Paulinho Moska, Fito Páez y el Partido de los Trabajadores brasileño, entre otros.
«Comadre Rita, caníbal, cabrito, caprichoso Capricornio, amigo… Tranquila, hermana mía. Te amo. Un abrazo fraternal de la familia Gil a los chicos Roberto, Beto, João y Antonio, familiares y amigos y fans, así como a mí mismo», escribió el referente del Tropicalismo y exministro de Cultura.
«Perdimos a la oveja negra, el mutante tutti-frutti, la manía you, el caso grave, el vampiro dulce, el lanzador de perfume, la fruta prohibida, la madre naturaleza, el pagu. ¡Este Roque Enrow vivió hasta lo imposible! Vaya, mi!!! Te amamos», publicó por su parte Paulinho Moska.
Fito expresó por su parte: «Rita, mi amor! Tu sonrisa y tu música trajeron alegría y libertad a este mundo. Todos los que te amamos perdimos una artista y una persona invaluable. Miembro central de la cultura rock brasilera, Rita se dedicó a descontracturar todas las contracciones de la sociedad con gracia, humor y su voz encantadora. Paulista nuclear, tropicalista y mutante medular. Te vamos a extrañar mucho chiquita hermosa! Santa Rita de Sampa!».
«Rita Lee nos dejó. La reina del rock, estrella que cambió la vida de todas y todos los brasileiros y enseñó que la mujer puede ser lo que quiera. Perdimos uno de los mayores nombres de la cultura nacional. Rita Lee presente!», expresó el PT.
Se fue Rita. Buena gente, pero también un buen ejemplo de muchas cosas, aunque ella misma no lo creía así.
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