«Sandro de Película Sinfónico» es el nombre del espectáculo que, el miércoles próximo en el estadio Luna Park y en el marco del Día de la Música, propondrá un viaje a través de las canciones de Roberto Sánchez en formato orquestal, a cargo de Ángel Mahler y su hijo Damián.
Se trata de una única función en la que se podrán ver imágenes de las 11 películas que el cantante, ícono de la cultura popular argentina, protagonizó a lo largo de su prolífica carrera, y que promete ser una experiencia a la que Olga Garaventa de Sánchez, la viuda de Sandro, describió a Télam como “emocionante”.
“Sé que va a pasar algo hermosísimo, pero como hay tantas sorpresas que hasta yo no conozco estoy totalmente emocionada, esperando ansiosamente que llegue el 22 de noviembre”, reconoció Olga, alma mater del proyecto, quien se casó con el cantante en 2007 y lo acompañó hasta sus últimos días.
El homenaje a la figura de Sandro es un proyecto que comenzó hace años y que ahora se concreta en el mítico estadio porteño, donde se podrán apreciar fragmentos de éxitos como “Quiero llenarme de ti”, “Gitano”, “Muchacho”, “Embrujo de amor”, “Destino de un capricho”, “Subí que te llevo” y “Operación Rosa Rosa”.
Todas las canciones estarán acompañadas por una orquesta sinfónica integrada por más de 60 músicos, dirigida por Damián Mahler y que cuenta con arreglos a cargo de su padre, el reconocido Ángel Mahler.
También se escucharán clásicos como «Penumbras», «Porque yo te amo», «Penas» y «Trigal», entre otros, en versiones que combinan la riqueza de la música sinfónica con la voz de “El Gitano”, quien murió el 4 de enero de 2010.
Olga Garaventa habló con esta agencia acerca de lo que significa la realización de este espectáculo, para ella, para los amantes del artista y para aquellos que no conocieron a Roberto, como ella lo llamó siempre.
– ¿Dónde sentís que radica la importancia de Sandro y su legado?
– Me gustaría que muchos jóvenes que no lo vivieron lo conozcan. Y no sólo a Sandro el artista, sino también al hombre, porque Roberto Sánchez marcó una conducta y un estilo de vida con su caballerosidad y generosidad. Era muy especial en todo, tanto Roberto como Sandro. Siento que estaría totalmente feliz y con una gran dicha porque siempre quiso devolverle a su público todo el amor que le dio. Él quería hacer un gran show en la 9 de Julio para despedirse de los escenarios, lamentablemente su salud no se lo permitió (falleció el 4 de enero de 2010, a los 64 años). Con esto creo que él se va a sentir realizado y feliz donde se encuentre. Aunque todavía no lo vi porque se estrena el 22, sé que será un concierto sinfónico, con la voz original de Sandro cantando y acompañado por la Orquesta B.A Pops, con 60 músicos en escena tocando en vivo y con los arreglos orquestales que hicieron especialmente Ángel y Damián Mahler. Al mismo tiempo, se verán en pantallas gigantes imágenes de las once películas que protagonizó. El 22 voy a ver el espectáculo por primera vez, igual que todos. Será un único concierto, que en 2024 saldrá de gira por nuestro país y América.
– ¿Sandro te contó en algún momento qué significaba el Luna Park para él?
– Rober, porque yo hablo de Roberto, mi marido, no de Sandro, me contó que en su momento, cuando era jovencito, había ido y habían dado un recital y los habían corrido a monedazos. Se dijo que iba a volver, y cumplió su promesa 10 años después cuando volvió como solista en 1972, y sé que a los 25 años de su carrera estuvo otra vez ahí cumpliendo su magia (fue en agosto de 1988, con el espectáculo “25 años”). Eso me lo contaba con una sonrisa, lo de los monedazos en forma graciosa, con picardía, riéndose, y el haber podido cumplir con su promesa de volver diez años después, me lo decía muy feliz. A cada anécdota le ponía color, como diciendo: “Mirá lo que hice”.
– El miércoles es una fecha especial porque es el Día Nacional de la Música.
– Sí, es una coincidencia hermosa, pero además el mes de noviembre es especial porque el 13 se cumplieron los 60 años del debut de Sandro con el disco (ese día salió a la venta su primer disco, el simple con “A esto le llamas amor”, la versión en español de “You Have the Nerve to Call this Love”, de Paul Anka, y “Eres el demonio disfrazado”, cover de “You Are the Devil in Diguise”, la canción que popularizó Elvis Presley). Me decía que ese numero no era malo, porque fue el día que se le abrió el paso a la magia. Y tanto fue así que un 13 fue el día en que nos casamos (el 13 de abril de 2007).
– ¿Tuviste la oportunidad de escuchar estas versiones sinfónicas de estas canciones emblemáticas de Sandro?
– No, el 22 va a ser la primera vez. Pero sí estuve hace muy poquitos días con Ángel y Damián Malher en el Luna Park y estuvimos charlando de todo esto que va a suceder, pero no me adelantaron nada. Quieren que todo sea sorpresa y emoción para el público y para mí. Con Ángel y Damián habíamos estado el 19 de agosto (día del cumpleaños de Sandro) en el Castillo (un edificio de tres plantas de inspiración medieval que Roberto Sánchez diseñó e hizo construir en Boedo y donde hoy funciona el Centro Cultural Cava-El Castillo de Sandro). Ahí se anunció el espectáculo y ellos estaban muy felices y agradecidos. Fueron muy amables y muy gentiles y sobre todo se les notaba la gran felicidad en sus rostros. Y yo también porque con ellos se concreta un proyecto que nació hace más de cuatro años en Sandro Producciones, el equipo de trabajo que tiene la misión de preservar y difundir la obra de mi esposo.
– ¿Hay algún aporte tuyo en la realización de este espectáculo?
– Desde un principio di mi autorización porque Rober se merecía un espectáculo así. Fue un proyecto que se postergó por la pandemia, hasta que un día mi equipo me dijo: «¿Olga tomamos un café?», y yo ya sé que cuando me dicen así es porque algo lindo se viene. Y ahí supe que se trataba de un show, con Sandro cantando, sus películas y la orquesta sinfónica dirigida por Damián y con la producción general de Ángel. Y que sea en el Luna Park y el Día de la Música es el broche de oro.
– ¿Cómo lo recibieron las «nenas» de Sandro? ¿Te hicieron comentarios?
– ¡Están re felices las «nenas»! También con mucha expectativa y esperando que llegue el 22, hay gente que viene de todas las provincias y de otros países para reencontrarse con su voz, sus películas, y con esta novedad que es escucharlo con una orquesta sinfónica.
– ¿Qué imaginás que te diría sabiendo todo lo que va a suceder?
– Me diría: «¡Olguita o Señora de mi corazón, ¡Gracias! ¡Gracias por esto, gracias por el respeto, gracias por saber llevar adelante lo que a mí me gusta y lo que a mí no me gusta!». Sería un “gracias” con sus brazos abiertos. Y yo también les digo gracias a todos los que hicieron posible este sueño, gracias a todos por estar presentes el 22, es un “gracias” inmenso.
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