La cosecha de girasol alcanzó las 3,9 millones de toneladas a nivel nacional, con un crecimiento de 15% respecto de la campaña 2021/22, y así la oleaginosa se convirtió en el único cultivo extensivo que registró un incremento en el volumen obtenido, a diferencia del resto -como la soja y el maíz- que sufrieron fuertes recortes por la sequía.
«Luego de un progreso intersemanal de cosecha de 1,5 puntos porcentuales que permitió la recolección de los lotes remanentes del sur del área agrícola nacional se da por concluida la cosecha de girasol», indicó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) en su Panorama Agrícola Semanal (PAS).
De esta manera, la cosecha de la oleaginosa fue la más grande desde la campaña 2007/08, cuando se obtuvieron 4,5 millones de toneladas y la segunda más importante en 23 años, según registros de la entidad.
Luego de cosechar más de 1,9 millones de hectáreas durante la presente campaña, lo que implicó una expansión del área de 200 mil hectáreas, el rendimiento promedio nacional alcanzó los 19,9 quintales por hectárea (qq/ha).
«Pese al régimen de lluvias de año ´’La Niña’, en las zonas del sur y oeste del área agrícola se alcanzaron rindes significativamente superiores a los del ciclo previo y en algunas zonas superiores al de las ultimas cinco campañas», destacó la entidad bursátil.
De esta manera, el girasol se convirtió en el único de los cultivos más importantes que se siembran a nivel nacional que no sufrió recortes durante la campaña, a pesar de la sequía y demás inclemencias climáticas como heladas tempranas y tardías y olas de calor.
Esto tiene que ver con las condiciones propias de la oleaginosa de tener una mayor resistencia al estrés hídrico y térmico, producto de poseer raíces más grandes que le permite buscar agua a mayores profundidades, como así también resistir olas de calor moderando su consumo de humedad.
Así, la cosecha se dio de acuerdo a las expectativas iniciales y pudo sortear de una mejor manera el impacto climático que redujo, hasta el momento, en casi 50% la estimación de producción de soja y de más de 30% en el caso del maíz.
Los trabajos de recolección culminaron con el avance de las cosechadoras sobre los cuadros remanentes del sudoeste de Buenos Aires, sur de La Pampa y sudeste de Buenos Aires, dos semanas más tarde de lo previsto debido a la gran superficie de planteos de segunda.
«Si bien aún se registran algunas hectáreas en pie, cuadros aislados correspondientes a planteos tardíos y de segunda en sectores de Tres Arroyos, Lobería y Huanguelén, el resultado de la recolección de esta superficie no tendrá impacto sobre las estimaciones», aclaró la entidad.
En el sudeste de Buenos Aires se registró un rendimiento promedio de 21,9 qq/ha, lo que representa una disminución de 4,3% en comparación con el promedio del último quinquenio, que se ubica 22,9 qq/ha, aunque también significó aunque un aumento de 14,3 % con respecto a la última campaña.
Más allá de esto, esta región productora fue la que más volumen aportó, con 1,13 millones de toneladas.
El girasol se convirtió en el único de los cultivos más importantes que se siembran a nivel nacional que no sufrió recortes durante la campaña
Para el sudoeste de Buenos Aires-sur de La Pampa, el rinde promedio zonal cerró en 19,6 qq/ha, cercano al promedio de las últimas cinco campañas de 19,06 qq/ha y aportó 915 mil toneladas.
Sobre el núcleo norte girasolero los rindes finalizaron por debajo del promedio.
Así, las regiones productoras del núcleo norte, NEA, centro-norte de Córdoba, sur de Córdoba y centro-norte de Santa Fe, tuvieron una participación en conjunto de 795 mil toneladas.
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