11 de noviembre de 2024

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De Tridente a Marián Farías Gómez, una postal del encuentro de música de Rosario

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Foto Sebastian Granata
Foto: Sebastian Granata.

Poco más de dos horas bastaron la noche del jueves para que los 20 años del Encuentro de Música Popular de Rosario encontraran una posible síntesis en una tercera jornada en la que las potentes mujeres Marián Farías Gómez e Hilda Alvarado y el atractivo grupo Tridente dieron cuenta del espíritu abierto, inquieto, federal y diverso que es marca registrada del espacio.

En la singular y estrecha pero confortable sala de los fondos del Sindicato de Empleados de Comercio, la tercera noche de esta celebración de cumpleaños asumió un carácter capaz de definir a la historia misma del Encuentro con sus búsquedas sonoras, la inclusión de géneros maltratados, el peso de las tradiciones, el refinamiento estético y una clara y consecuente postura en torno a la cultura popular y sus afluentes.

Foto Sebastian Granata
Foto: Sebastian Granata.

Tras la apertura a cargo del cantautor santafesino Mario Bernachea -además miembro de la organización artística que sostiene el lugar- quien en formación de quinteto adelantó el repertorio de un inminente disco, Tridente conjugó inspiradamente la suma de las tres individualidades que lo conforman.

Los experimentados y reconocidos Roberto Calvo (de Buenos Aires) y Mario Díaz (de Córdoba) con el más joven Martín Mansilla (de La Pampa) construyeron un terceto en el que las guitarras, las voces y algún toque de bombo legüero nutren la base refinada y certera de un cancionero folclórico en el que las trayectorias individuales dialogan en colectivo.

Con vistas a plasmar esa obra propia en un disco de próxima aparición, el conjunto exhibió las ventajas de disponer del talento interpretativo y vocal para las estupendas «Rosa mística» con su pulso romántico, «Coplas para el zambero» y «Hechizo de Puna».

Foto Sebastian Granata
Foto: Sebastian Granata.

La solvente actuación de Tridente se remató con el huyano «Rumbo al cerro», dejando la sensación de un proyecto de buen gusto y sólidas bases como para anotar su aporte a la escena nativa actual.

En otro registro, la pampeana Hilda Alvarado -acompañada por la estupenda guitarra de Mansilla que continuó sobre el tablado pero en un rol únicamente instrumental- mostró su hondo y filoso decir de pulso surero para una actuación centrada en la milonga.

«Quien quiera ver la luz que empuñe la canción y despierte», leyó la madura intérprete como prólogo a «Milonga rubia», en una apertura que se quedó en La Pampa con «Heridas» porque, dijo, allí existe «un cancionero invisibilizado que quiero que se conozca».

Foto Sebastian Granata
Foto: Sebastian Granata.

Capaz de expandir la geografía aunque no tanto el género, la vocalista entregó sentidas visitas a próceres de la talla de Atahualpa Yupanqui («Guitarra, dímelo tú»), Eduardo Falú-Jaime Dávalos («Milonga del alucinado») y Alfredo Zitarrosa («El violín de Becho»).

«Pidiéndoles que tengamos memoria vamos a cantar para despedirnos la ‘Canción de la partida'», anunció antes de arremeter con otro de los himnos creados por la dupla César Isella-Armando Tejada Gómez.

La clausura de la función tuvo como protagonista a Marián Farías Gómez quien plantada tras una pareja de bombos legüeros y acompañada por el fantástico piano de Paula Suárez, dio un recital energizante y testimonial.

Foto Sebastian Granata
Foto: Sebastian Granata.

Usando a su favor el peso de un apellido célebre en la música argentina y su propio y solvente andar, Marián cantó y tocó un programa de obras interpelador que arrancó poderoso con la chacarera «La carbonera»

«Es una alegría volver a estar en este Encuentro porque nos está haciendo mucha falta que se armen este tipo de cosas porque, si no, nuestra identidad va a desaparecer rápidamente», alertó antes de la que definió como «la canción más bella que se le pudo hacer a la Patria» y entonó «Serenata para la tierra de uno», de María Elena Walsh.

Enseguida recordó que su hermano Chango alertó a Fito Páez acerca de que «Yo vengo a ofrecer mi corazón» era un bailecito y con ese pulso recreó esa versión antes de un estupendo abordaje a dúo de otra chacarera, «La de los angelitos».

Cuando invocando a Eladia Blázquez con «Gracias a pesar de todo» pareció que había terminado, el clamor del público la hizo volver para una compartida y emocionada despedida con «Como la cigarra».

Foto Sebastian Granata
Foto: Sebastian Granata.

El Encuentro que con su doble carácter de conciertos y formaciones, también exhibió el jueves en el Centro Cultural Fontanarrosa el logrado resultado del Taller de ensamble instrumental coordinado por el pianista, autor y arreglador Andrés Pilar, tiene todavía otros tres cursos y dos noches de recitales.

En su tercera y definitiva sede de este año, en el Teatro del Parque España, para este viernes se anuncian a Lilián Saba-Marcelo Chiodi y el concierto «Música argentina para cuerdas» en el que la Orquesta de Cámara Municipal de Rosario bajo dirección de Lucas Querini, sumará los aportes de Martín Neri, Myriam Cubelos, Julián Venegas, Aldana Moriconi, Juancho Perone y Marcelo Stenta.

El sábado, en la quinta y última velada, estará la Muestra taller de danza de Oscar Farías, el dúo del pianista Sebastián Gangi y el violinista Pablo Farhat, el grupo Cuerdos Vocales y la celebración de la obra y la trayectoria de Hilda Herrera – que también recibirá el lauro de «Visitante distinguida»- por un elenco integrado por Eduardo Spinassi, Matias Martino, Susana Ratcliff y Nicolás Muller.


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