“El amor después del amor”, la serie de ocho capítulos que aborda la vida del músico Fito Páez, se estrenó el pasado 26 de abril, y se volvió rápidamente una de las más vistas de esa plataforma.
El éxito de la producción, que muestra los primeros años del rosarino hasta la salida del álbum más vendido en la historia del país, sin dudas supuso un “revival” para todos los que fueron a sus recitales y compraron sus discos (o casetes…) en esos años 80 y 90.
Las siguientes son diez curiosidades alrededor de la serie más comentada por estos días en Argentina:
1. Un año para convencer a Fabiana Cantilo
Ese tiempo dicen que estuvo Fito Páez para que la cantante acepte ser representada en la serie (lo hizo Micaela Riera). Es que la prima de Patricia Bullrich es central en la historia: fue pareja de Fito entre 1983 y 1990, entre idas y vueltas. Ninguno reveló jamás si hubo un motivo puntual de la separación, sólo que el vínculo se había vuelto “muy conflictivo”. Hoy son súper amigos y se quieren mucho. Pero no todas son rosas: Fabi no quedó contenta con el papel que jugó en la serie, y difundió un video en sus redes sociales para aclarar “no fui solamente la corista de Fito, también tenía mi banda, y componía”.
2. Andy Chango, el actor menos pensado
La actuación del ¿mediático? Andy Chango, nada menos que en el rol de Charly García, resultó toda una sorpresa. Incluso para él, que confesó haber sido convocado por… el propio Fito. “Me quiere y por eso me vio más cualidades de las que tengo”, confesó Andy, en un reportaje, post estreno de la serie. Chango, quien vivió en España varios años, dijo que fue prácticamente su debut como actor, salvo una breve aparición “de 3 minutos” en una ficción que no trascendió. Lo que se dice una revelación, a sus 52 años
3. Un rodaje en tiempos de Covid
La filmación se prolongó durante siete meses, de enero a julio de 2022, y lo que siguió hasta el estreno fue post producción. Se filmó mayormente en Buenos Aires y Santa Marta, pequeña localidad de Colombia (de donde es oriundo el ex futbolista Carlos “El Pibe” Valderrama). Allí se recrearon escenas que transcurrían en Río de Janeiro, La Habana y Punta del Este. La casa familiar de Rosario, así como algunas escenas que supuestamente transcurren en la Chicago argentina, se realizaron en estudios porteños, lo que trajo alguna queja de rosarinos en las redes. Detalle: el living, tan minuciosamente reconstruido, se basó en fotos familiares aportadas por el propio músico.
4. Cuatro mil prendas para una historia
La serie, que tiene escenas en los 60, 70, 80, para cerrar en los principios de los 90, contó con la friolera de 4 mil prendas contemporáneas a esas décadas. Vestuario y Producción se sirvió de fotos de archivo de los shows de Fito y, por supuesto, contó el presupusto propio de una plataforma internacional. Por caso, el traje que utiliza el músico en la escena final es exacto al que se usó en los shows del disco que lleva el nombre de la serie.
5. Una actriz que no se encontraba
Si bien el proceso de selección de los actores duró nada menos que diez meses, a cuatro semanas de comenzar las grabaciones, todavía no se decidían por la actriz protagónica. Incluso Micaela Riera había hecho un casting online (recordar pandemia) y no había convencido. Pero la chica se la jugó y pidió otra prueba, en la interpretó a Cleopatra. Allí, finalmente, los productores dieron con la Cantilo que buscaban.
6. Ivos Hochman, al que todos querían como Fito
El actor que se alzó con el rol principal comentó en una entrevista que, cuando comenzó la búsqueda, le llegaron “15 avisos” de amigos, conocidos o familiares, diciendolé que haga la prueba. Es que, más allá de la profesión, el parecido físico con el Páez joven es notable. Sin embargo, no fue tan fácil: “Empecé el proceso de casting el 25 de marzo de 2021, y recién terminó el 16 o 17 de septiembre. Fueron 6 meses”. Ivos dijo que igual no perdió el tiempo y se fue preparando mirando videos, entrevistas, shows, en donde estuviera Fito Páez. Además, una vez confirmado, le dieron otros cuatro meses para preparar el personaje.
7. Voces originales (salvo en un caso)
Los actores contaron con coaches de canto para interpretar los varios temas que aparecen en la serie. Es decir, no fueron doblados. Incluso Andy Chango debió encarar el micrófono y hacer olvidar la voz tan particular de García. Pero, en el caso de Hochman, sí se recurrió a un doble de voz. Curiosamente se trató de Agustín Britos, a quien la producción encontró haciendo versiones del rosarino, con un parecido vocal.
8. Los instrumentos, también originales
El equipo de Arte designó a una persona con una misión especialísima: encontrar los instrumentos originales que se usaron en los escenarios. Claro que el principal es el piano de la casa familiar de Rosario. Incluso, reveló Hochman, recibió una llamada de Fito, quien quería transmitirle lo “clave” que había sido en su vida ese instrumento, vinculado a su madre.
9. Baglietto, interpretado por el hijo de Baglietto
Otra sorpresa del casting es la aparición de Julián Baglietto en el rol de Juan Carlos Baglietto, es decir, de su padre. Ya reconocido en el ambiente rosarino como un integrante de la trova local, fue quien le diera la primera oportunidad a Fito, cuando apenas tenía 18 años. A los pocos shows ya lo menciona como integrante de la banda, y hasta acepta arreglos que surgen en los ensayos. Fito llega a Buenos Aires de la mano de Baglietto, para hacer nada menos que un Obras Sanitarias, la meca del rock en ese 1981.
10. Todos los músicos todos
También expresión de una época y de una movida inolvidable, desfilan por la serie decenas de referentes. Primero Baglietto, luego el gran Charly. Los GIT: Pablo Guyot, Willy Iturri y Pablo Toth. Hilda Lizarazu, Federico Moura, Andrés Calamaro (quien fue parte de la banda de Charly), son algunos de los nombres que aparecen.
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